Eres la artista quien, con su talento creó, hermosas obras que ahora adornan y embellecen, a los aposentos de mi corazón. Creaste las pinturas más exquisitas, con colores y lienzos, de las habilidades, fortalezas y talentos que encontraste en mí, siendo incluso, que ni yo mismo sabía que las poseía. Moldeaste esculturas, con materiales almacenados en mí espíritu, que te cautivaron e inspiraron, siendo que ninguna otra mujer en mi pasado, había tenido la sensibilidad de apreciar. Compusiste las obras musicales más tiernas y seductoras, inspiradas en mi alma, dictadas por tu corazón que, en armonía con el mío, las ejecuta con sobriedad y maestría. Has escrito para mí, los más bellos poemas, como ningún maestro de las letras, con la métrica de tu ternura, los versos de tu cariño y la rima del latido de tu corazón enamorado. Tu alma ha sido maestra de la danza para la mía, quien carecía de ritmo, armonía y cadencia alguna, hasta que la abrazaste, llevándola a ejecutar los...