Mi alma vacía

Mi ojos te buscan, esperando encontrar tu mirada. Misma que sorprendo, buscando la mía.

Mis manos quieren sentir la tersura de las tuyas, mientras tus manos, se deslizan suavemente buscando el toque de las mías.

Te abrazo con ternura, para poder sentir tu calor y el roce de la piel de tu rostro. Mientras que tu cuerpo, también busca el contacto, cuando nadie nos mira.

Mis labios ansían posarse sobre los tuyos, sentir su suavidad y probar su miel. Mientras tu miras los míos, fingiendo indiferencia, y noto como guardas las mismas ansias de probar los míos.

Disfruto de tu compañía, cada segundo y cada instante, sin la intención de querer alejarme de tu lado. Al tiempo, que tú me pides ayuda o consejo, como excusa para mantenerme a tu lado.

Cada mañana, te escribo notas llenas de cariño e impregnadas de ternura, disfrazadas de saludos amistosos. Como mensajes, para recordarte que te llevo en mi mente, aunque no estés frente a mis ojos.

En tanto, sin dilación me respondes del mismo modo, recordándome que me tienes en tu mente, y que  esperas cada mañana mis notas de saludo.

He intentado una y otra vez, alejarme de ti, poniendo distancia entre nosotros, pero una y otra vez fracaso en mis intentos. Buscándote de nuevo y estar próximo a ti.

Nos reprimimos, cada vez que al llenarnos de entusiasmo y regocijo de estar juntos, nuestros cuerpos se aproximan buscando unirse, en un abrazo lleno de cariño y ternura.

Buscas mi presencia cuando te sientes desvalida, y te llenas de alegría cuando estoy contigo. Mientras a mi, me llenas de dicha, por buscarme, y así tener la excusa para estar contigo.

Pero, a pesar de que nuestros corazones anhelen llenos de pasión, el poder unirse, en un abrazo de amor.

Aunque nuestros labios ansían, llenarse de suaves caricias, y transportarnos hasta el umbral de la puerta del paraíso.

A pesar de que nuestros cuerpos, deseen con el alma, unirse en un abrazo iluminado por el cariño y temperado por la ternura.

No obstante, sentimos y sin decir palabras, que podríamos caminar juntos por la vida y así, superar obstáculos y ser dichosos.

El Eterno, cruzó nuestros caminos, en el momento que tú, ya tienes quien te acompañe por el camino de la vida. Mientras yo, lo recorro solo, con la intermitente compañía de la muerte, que le encanta juguetear con mi entereza. Visitándome cada vez que viene a quitarme a un ser querido.

¿Por qué mi señor, me muestras la puerta abierta del amor y la dicha?, sino debo cruzarla, porque su habitación ya cuenta con un huésped.

¿Por qué me muestras a un corazón que palpita al mismo ritmo que el mío, si ya tiene, un corazón que palpita por el suyo?

¿Cuál es la misión o encargo que debo cumplir con esa mujer que no puedo poseer?

¿Por qué debo sentir este dolor, y conformarme con tan solo admirarla y desearle a la distancia?

Te pido mi señor, que todo fue creado por su palabra, que me evites este sufrimiento, que solo me provoca ansiedad y tristeza, al no poder estar con ella.

Separa nuestros caminos, sino es tu voluntad que recorramos el mismo de la vida.

Cuídala y bríndale  tus bendiciones, que sea dichosa y me guarde entre sus más bellos recuerdos. Mientras me alejo con mi alma vacía, por el camino que tú me indiques, sabiendo que es para mí bien, y solo para mí bien.

HugoHH2024

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