El orgullo

No permitas que el orgullo comparta la mesa en donde el amor y tu han celebrado grandes banquetes. Si lo haces, la amargura rociará con sus especias a los alimentos, enfermando a sus corazones con la ira, llegando incluso al desprecio. Recuerda que el orgullo es un hábil cazador, que bien puede disfrazarse de dignidad o incluso del amor mismo, haciéndote su presa fácilmente, engulléndote hasta saciar su hambre de rencor. HugoHH2013